¿Es buena idea probar los hilos tensores?

Por MEDICAL CASTING AGENCY

fils tenseurs

Cada vez oímos hablar más de los hilos tensores. ¿Están justificados?

El mercado de la estética ha permitido la aparición de nuevas técnicas, ampliando la gama de tratamientos médicos no invasivos para el rejuvenecimiento facial. Aunque se utilizan desde hace muchos años en estética, los hijos vuelven al centro de la escena con una versión innovadora, patentada y totalmente reabsorbible basada en el uso de conos bidireccionales, totalmente biocompatibles y biodegradables, a medio camino entre las inyecciones y el lifting facial, un tratamiento antiedad único para combatir la flacidez del contorno facial y la papada.

Por un lado, tenemos los hilos tensores no absorbibles, que tienen el inconveniente de que pueden migrar o, en el peor de los casos, volver a emerger. Los hilos tensores reabsorbibles son mucho más seguros porque están hechos de un material utilizado en cirugía.

Son muy fáciles de usar, ya que el tratamiento puede realizarse en sólo 30 minutos en la consulta. El principio de su acción reside en la estructura y composición de los hilos, que garantizan un anclaje óptimo, efectos inmediatos y duraderos y evitan cualquier riesgo de migración o extrusión.

A lo largo de las semanas, se descomponen antes de desaparecer, con el objetivo de crear una bioestimulación para restaurar el volumen y mejorar la calidad de la piel a largo plazo.
Se dirigen a mujeres y hombres que han perdido principalmente tonicidad, con el consiguiente aflojamiento de los contornos y el óvalo del rostro (papada) y la aparición de arrugas, líneas finas y surcos.

Este fenómeno, que se agrava con la edad y la menopausia, se debe principalmente a la pérdida de grasa, la erosión ósea y el desgaste muscular, pero también a la pérdida de ciertos componentes de la piel, entre ellos el colágeno.

A diferencia de las técnicas de relleno, que rellenan y, por tanto, aportan peso adicional a un tejido que ya se ha aflojado, los hilos absorbibles permiten tratar distintas partes del rostro, como los pómulos y las mejillas, el óvalo facial, la papada, sin olvidar los ojos y el cuello.

La técnica de aplicación de los hilos tensores varía en función de la indicación del paciente. Se pueden colocar uno o varios hilos dependiendo de la morfología de la cara y de la zona a tratar.
Reposicionar los volúmenes y redibujar las líneas de nuestro rostro es algo con lo que soñamos….

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